Segundo Domingo de Cuaresma
Domingo de la Transfiguración
Solemne Procesión de las Veneradas Imágenes de Jesús Nazareno
y Santísima Virgen de Dolores
Aldea Santa Inés del Montepulciano, La Antigua Guatemala
01 de Marzo 2015
Daniel en el foso de los Leones
Al enterarse los babilonios de esto, se indignaron y se
amotinaron contra el rey, diciendo; “El rey se ha hecho judío, destruyó Bel,
mató a la serpiente, y suprimió a los sacerdotes”. Se presentaron luego al rey
y le dijeron: “Entréganos a Daniel; si no, te mataremos a ti y todos los tuyos”.
Entonces el rey, al verse en peligro por su violencia, se vio obligado a
entregarles a Daniel. Ellos lo echaron en el foso de los leones, a los que
daban diariamente dos cuerpos humanos y dos ovejas: pero entonces no les dieron
nada con el fin de que devoraran a Daniel. Vivía en ese tiempo en Judea el
profeta Habaquc; éste acababa de preparar guiso y de picar pan en un plato, y
se dirigía al campo para llevárselo a los segadores. Pero el ángel del Señor
dijo a Habaquc: “Leva la comida que preparaste a Babilonia, para Daniel, que
está en el foso de los leones”. Habacuq dijo: “Señor, jamás he visto Babilonia
y no sé dónde está el foso”. Pero el ángel del Señor lo tomó por la cabeza y
llevándolo de los cabellos lo puso en Babilonia, junto al foso, con la rapidez
de un espíritu. Habacuq gritó: “Daniel, Daniel, toma la comida que te manda
Dios”. Daniel exclamó: “Oh Dios, te acordaste de mí y no has desamparado a los
que te aman”. Luego se levantó y se puso a comer, mientras el ángel del Señor llevaba
a Habacuq al lugar en que estaba
primero. El séptimo día vino el rey a llorar a Daniel; se acercó al foso, miró
y vio a Daniel sentado allí. Entonces gritó con entusiasmo: “Grande eres tú
Señor, Dios de Daniel, y no hay otro Dios fuera de ti”. Y mandó a sacar del
foso a Daniel, y arrojar allí a los que buscaban su muerte, que en su presencia
fueron devorados al instante.
Libro de Daniel 14, 28-42
No hay comentarios:
Publicar un comentario