Quinto Domingo de Cuaresma
Solemne Procesión de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de la Caída
y Santísima Virgen de Dolores
Aldea San Bartolomé Becerra, La Antigua Guatemala
13 de Marzo 2016
El rico y el pobre Lázaro
Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino
finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes. A su puerta, cubierto de
llagas, yacía un pobre llamado Lázaro, que ansiaba saciarse con lo que caía de
la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas. El pobre murió y
fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue
sepultado. En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los
ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él. Entonces exclamó:
"Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta
de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me
atormentan". "Hijo mío,
respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en
cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento. Además,
entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren
pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí
hasta aquí". El rico contestó: "Te ruego entonces, padre, que envíes
a Lázaro a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos: que él los
prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento". Abraham respondió: "Tienen a Moisés y a
los Profetas; que los escuchen". "No, padre Abraham, insistió el rico.
Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán". Abraham respondió: "Si no escuchan a
Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco
se convencerán"".
Evangelio según San Lucas 16, 19-31
No hay comentarios:
Publicar un comentario